En bici a la oficina


Me levanté, bañe, desayuné… hasta aquí la rutina de cualquier persona que se dispone para luego salir a trabajar. Pero hoy fue diferente, porque preparé mi mochila, agua ¡subí a la bici y partí para mi oficina! Como señalé al iniciar este blog, hay muchas formas de viajar. No es sólo un viaje el que hacemos en el auto, ómnibus o avión y aunque ellos sean sólo medios de transporte, “habitamos” el viaje de un modo diferente.


No es fácil “viajar” en bici al microcentro de una gran ciudad como es Buenos Aires, pero es una experiencia que permite contactarse con ella desde un recorrido que muestra otros rostros, otras actitudes, otras rutas. El resto, lo habitual. Ya sabemos que hay que “cuidar y cuidarte” de todo lo que es parte de nuestro modo de conducirnos en los espacios públicos. No hay diferencias. Tal vez que estamos más vulnerables que en un auto, por lo demás, armarse de paciencia ante lo inevitable, buena onda y a disfrutar del sol y de esa sensación única que es sentir las caricias de la brisa en la cara que despiertan todos los sentidos.


 Las ciclovías, un proyecto interesante que nos “sacó a la calle en bici” funcionan bastante bien, y habilitan trayectos amplios aunque restan algunos nodos de unión pero abarcan buena parte de la ciudad. La experiencia de salir sin un mapa y “dejarse llevar”, en una estado anodino, hasta donde la ciclovía “te lleve”, es fantástico. Es un modo de ir descubriendo recorridos, sino, para quienes la certeza de cómo y dónde llegar es una a-priori importante, hay disponible en Internet, algunas brújulas: http://ecobici.buenosaires.gob.ar/red-de-ciclovias-protegidas/



Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Cerrar, dejar ir, abrir y agradecer

Primer aniversario de "La valija azul"

Viaje al interior 2