Sola
Acá estoy, sola.
La soledad como opción o como destino, poco importa. Rodeada de ellos, que fueron pero que ya no son. Ellos cuyos rostros se presencializan en acontecimientos que se diluyen rápido en mi memoria mientras me repiten que aquello que creí mi cosmos es apenas una sonata disonante…
Acá estoy, sola. Con una historia de amor hecha trizas y tus últimas palabras que en
incesante eco me desmoronan y se llevan el deseo en todas sus formas.
Sola, sin horizonte, sin abrigo, atravesando un desierto elegido por cobardía. Sin respuestas ni verdades, respiro aún el aroma del amor que muere, asfixiado entre las prohibiciones que cierran los caminos.
Sola, sin consuelo, te llamo arañando el dolor que me invade. No respondes. Has partido transmutando el amor en odio, dejando mi cuerpo yermo de primaveras y lunas ...
Sola, mis manos se entumecen en el acontecer de los días que marchan sin alma, entre las hojas de un otoño que patentiza que la vida no se detiene a secar lágrimas… Porque la muerte acecha en los rincones sorbiendo en el ocaso los mundos turbulentos que resisten a su lívido encanto.
jackie 17.05.15
Acá estoy, sola.
La soledad como opción o como destino, poco importa. Rodeada de ellos, que fueron pero que ya no son. Ellos cuyos rostros se presencializan en acontecimientos que se diluyen rápido en mi memoria mientras me repiten que aquello que creí mi cosmos es apenas una sonata disonante…
Acá estoy, sola. Con una historia de amor hecha trizas y tus últimas palabras que en
Sola, sin horizonte, sin abrigo, atravesando un desierto elegido por cobardía. Sin respuestas ni verdades, respiro aún el aroma del amor que muere, asfixiado entre las prohibiciones que cierran los caminos.
Sola, sin consuelo, te llamo arañando el dolor que me invade. No respondes. Has partido transmutando el amor en odio, dejando mi cuerpo yermo de primaveras y lunas ...
Sola, mis manos se entumecen en el acontecer de los días que marchan sin alma, entre las hojas de un otoño que patentiza que la vida no se detiene a secar lágrimas… Porque la muerte acecha en los rincones sorbiendo en el ocaso los mundos turbulentos que resisten a su lívido encanto.
jackie 17.05.15
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