Historias de mujeres: MI A.S.P.yO

MI  A.S.P.yO

Soy una mujer joven y a la vez soy vieja, soy joven para amar, andar, viajar, soñar, Etc., Etc., y soy vieja en relación a otros, claro está, más jóvenes que yo, pero parece ser que la edad hoy, aún más, define mis riesgos.

Mucho se escribe en los mensajes de WhatsApp, mucho chiste sobre el exceso de peso que genera la cuarentena a la que nos obliga la pandemia COVID-19, casi todos son de mujeres que eran re flacas y se convirtieron en obesas, otros hacen referencia a lo insufrible o infumable que es la mujer y su víctima, el marido obligado al aislamiento preventivo y obligatorio.

Es decir, que por “vieja” y por mujer soy objeto de normas, chistes, etc. etc., es decir, objeto de discriminación.

¡Qué loco!!! ¿No? Porque uno pensaría que este aislamiento obligatorio podría llevarnos a reflexionar, a pensar. Pensar despojándonos de los prejuicios, es la única manera de pensar, cosa bastante difícil, les cuento.

Además, de mi edad que tiene riesgos (como si estos no existieran en todas las edades), me limita, Etc., Etc., además, les decía, está el “otro”. El otro que hasta que esto sucediera era un conocido se tornó desconocido, el otro que hasta que surgiera esta pandemia era familiar amoroso, se torna familiar desamorado, el otro que hasta el COVID-19 era un desconocido pasa a ser el único que me tendió su mano en un momento de necesidad, pagándole por sus servicios, por supuesto…, y los otros que no dejan de ser lo que son… buena gente, mala gente, Etc., Etc…..

Se que hay muchos Etc.,  se que no estoy siendo ordenada y se que no les estoy diciendo mi edad, siendo ésta la primera vez que la oculto.  

Firmado: una buena mina…, una más

Buenos Aires, sábado 18 de abril