Día 40 | El viaje que no fue.

El viaje que no fue

    
Recuerdo la alegría cuando me lo regalaste. Hoy está encerrado.
Hay tantos orígenes de un viaje. Hay viajes de trabajo, como los que hago a menudo por diferentes lugares de mi país; los viajes cortos a la casa de una amiga para compartir la vida; los viajes de traslado cotidiano a la oficina; los viajes a visitar familiares en el terruño que hacemos quienes emigramos; los viajes indeseados y de emergencia cuando muere un ser amado, como los que hice cuando fallecieron mis padres…. y también ¡también hay viajes muy soñados!

     Este blog nació del anhelo de compartir un hermoso viaje. De hecho, mi primer viaje a Europa fue muy ansiado. Pero hay un viaje que destaca por lo soñado y deseado, y es éste, precisamente, el viaje que no fue, el viaje que quedó en el más profundo deseo de mi corazón.

     Por primera vez, había planificado miles de detalles. Había examinado atentamente las opciones de alojamiento revisando una a una las fotografías. Había elegido ese lugar por la luz en todas las habitaciones, el tipo de cocina (después de mucho buscar una cocina a gas), el gran sillón de color blanco en el living, la pequeña terraza con vistas a un canal, plantas y una pequeña mesa con 4 sillas…
Pero huye con la imaginación y llega a vos.

    Había recorrido las calles aledañas con Street View, los supermercados y las confiterías cercanas, averiguado si la casa disponía de una bicicleta, la distancias a los lugares que me interesaban, alquilado un auto por un fin de semana y planificado un itinerario de viajes cortos …

     Había imaginado… había soñado tanto… tanto… que sólo pensar en el 28 de abril, llenaba de luz mis ojos… Pero la vida es atrevida, y nunca deja de sorprendernos. Entre mi sueño y la realidad, se interpuso un acontecimiento sin precedentes… semejante al que vemos en el cine, en algunos libros de historias lejanas o en las novelas de ficción.
Pero esta vez fue real. Y afectó mi vivir, mis proyectos, mis sueños.

     Y entonces todo se interrumpió. Todo lo que se movía se detuvo. Todo lo que fluía, se estancó. Se vaciaron las calles, los caminos y el aire. Las puertas se cerraron. Los países se clausuraron. Las personas se separaron. Y mi viaje, mi viaje fue cancelado.

Y sabe, que el amor, aún con rejas, inventa abrazos para entibiar. 
     No me importa si algo o mucha plata se ha perdido. Porque lo perdido no está en el mercado. Se me ha caído del alma, el abrazo ansiado, el aroma del pan recién horneado, la merienda escuchándote narrar tu día, la caminata riendo y disfrutando de simplemente compartir charlando, la bicicleteada mostrándome la ciudad, tus amigos y ese pequeño mundo que hoy habitás.  

Se me ha caído del alma un viaje soñado.  Pero más duele en el alma, hijo mío, el  abrazo que no te he dado.

jackie
Buenos Aires, miércoles 29 abril 2020




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