Historias de mujeres: carta a un enfermo desconocido

Carta a un enfermo desconocido

¡Hola! Soy María, te escribo desde Madrid.

     No sé si eres hombre o mujer; si eres joven, adulto o mayor; pero lo que sí sé, es que eres un ser humano maravilloso y que todos te necesitamos, la familia, los amigos, los vecinos, incluso yo, que no te conozco, te necesito.

     Quizás estés en una cama preguntándote si le importas a alguien, pues así es, importas, y mucho. Muchas personas, por no decir todas las que tenemos la suerte de estar en casa, pensamos en vosotros, por eso quiero decirte que, si el corazón tiene maneras de llegar hasta tí, el mío y el de muchas personas ahora mismo están tocando tu alma, porque la distancia es una ilusión y lo que me dice la razón es que en tu pecho también está mi corazón.

     Que tu lucha es la mía, la de todos, y cuando todos somos uno, nada nos puede vencer. Sé fuerte, piensa en qué vas a hacer cuando salgas victorioso o victoriosa, pues habrá mucho trabajo atrasado. Ten la fe suficiente, porque cuando en esa misma fe estamos todos, nada te puede vencer. Así que empieza a imaginar tu futuro y a tener confianza, no cuestiones tu capacidad para enfrentar la adversidad, porque es mucho más grande de lo que crees.

Con esta carta que te escribo, te traspaso mi voluntad y mi fortaleza, cuando salgas por tu propio pie, ellas solas volverán a mí.

Te envío un beso, un abrazo y todo el amor del mundo en estas letras, en un pensamiento, en un ferviente deseo. Cuando salgas te estarán esperando con los brazos abiertos y el corazón henchido de felicidad.

Tu amiga, vecina y ciudadana del mundo

María Guadalupe

Madrid, viernes 20 de marzo 2020