Día 277 | ¿Qué sabor tiene una cebolla?

Día 277 | ¿Qué sabor tiene una cebolla?

Como casi todos los miércoles, estaba en la verdulería del supermercado. Mientras elegía algunas cebollas, una señora mayor se acercó diciendo ¡Qué bueno! No es tan fácil encontrar estas cebollas. Y le respondí, sí, es verdad, suponiendo que se refería a las cebollas que sostenía entre mis manos. 

 


Esas palabras y mi atención fueron suficientes para que relatara una pequeña historia: “Vengo de un pueblo, cuando era niña, al finalizar el almuerzo, tomaba una cebolla como ésta para comerla de postre y con mis hermanos salíamos a pasar la siesta jugando...” Nos miramos, me mostró la aún vendada herida en su pecho, agradeció la vida y desapareció entre la gente del lugar. Su cebolla era de color morado, las mías eran naranjas. Sin embargo, quedé impactada por ese encuentro.Nos habíamos trasladado al lugar donde se guarda la infancia. 

¿Qué sabor tiene una cebolla? Porque fuimos atravesadas por el recuerdo ante una simple cebolla. Guardamos fotografías, cartas, objetos diversos, para intencionalmente, dejar habitar en ellos nuestros recuerdos, como una forma de anclar el tiempo. Pero son los sabores, las texturas,  una melodía,  los olores, los que, sin permiso, nos meten en nuestra propia historia y, de repente, estamos donde no estamos.  

Cada vez que veo esas cebollas, mi corazón viaja a mi pueblo, a calurosos eneros cuando al despuntar el alba los jornaleros se dirigen a las fincas… van niños, jóvenes y viejos, mujeres y varones. Y al caer el sol, regresan con el agotamiento dibujado en sus rostros de tantas horas de trabajo extraordinariamente mal pagas…

También me traen el frescor de la brisa con aroma a cebollas y a tierra mojada luego de una gran tormenta de granizo. Esas tormentas que, en apenas un rato, destruyen un año de esfuerzo y cuidados que los campesinos prodigan a las pequeñas parcelas que labran.

Sí, muchas veces también esas cebollas se han ofrecido como excusa habilitando esas  lágrimas de dolores de antaño, guardados, secretos, o simplemente esos que se han quedado porque tal vez nunca podrán ser superados.

jackie
Buenos Aires, martes 22 de diciembre de 2020

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