Día 360 | Llegaron

Llegaron

¿Las viste? Ahí están. Las sentí crujir debajo de mis pasos este fin de semana... no están solas... se mezclaron entre el verde y las flores que cayeron... Silentes, se las ve acompañadas de esa suave brisa que tiñe el aire de nostalgia...sí, esa pareja que atraviesa las calles de mi ciudad nos está anunciando que, en unos días, partirá el verano.


No sé cual es tu estación predilecta. El otoño me fascina con su paleta de ocres y dorados pero no puedo evitar dejarme envolver por ese extraño misterio, ese leve rumor nostálgico de no sé qué pasado o ensoñación inalcanzable... ¿Será porque el sol se vuelve más frágil y se escapa más rápido de las tardes? ¿Será que me recuerda que soy migrante de montañas y otros vientos trashumantes? ¿Será, al fin, que en estos años de vida mi existencia está en otoño?


Seguramente es así y el otoño de mi piel se resquebraja sin crujir, levemente, sin avisar, imperceptible, para que no me de cuenta. Como en otoño, mis mañanas empiezan a ser más cortas y oscurece más temprano porque la vista disminuye y el oído va lentamente perdiendo sigilo y agudeza… Y mis piernas ya no corren maratones con la rapidez de antaño. El otoño llega, pero a diferencia de la naturaleza, la vida de mi cuerpo es lineal y no circular. Mi cuerpo no volverá a ser primavera.


Pero, en tanto humanos, somos el “junco que piensa”,  que sabe que una gota de agua puede matarlo. En ese sentido, la existencia se conforma como una hipertextualidad de estaciones. Y así, bajo el ropaje de una hoja de otoño, habita una vida interior que no es prolija en sus itinerarios....

 Quizá esta metáfora explique por qué algunos días los vivo en la desnudez de un invierno y otros estallan y se multiplican en una voracidad de sentidos y sensaciones.... y es en esos días, cuando mi mente y mi cuerpo se sienten liberados, vuelve la niña que fui... una niña que juega, que no sabe de horarios ni agendas, que está concentrada en esos versos e historias que a borbotones salen de su boca mientras otros niños la miran, absortos, casi rozando en sus mentes, esa historia de héroes y fantasmas que habitan los no lugares....

Sí. Ha llegado el otoño para mi piel y mi pelo en canas... pero debajo de ella, sigilosas, habitan mil edades...y todas ellas claman que viva latiendo, deseando, y soñando, que viva en fin, cada instante con ganas...

jackie

Buenos Aires, martes 16 de marzo


Comentarios

  1. Hermoso lete amiga...me transporte a recibir esa llegadas tan maravillosa que nos regala la vida 💗💗🍃🥀

    ResponderEliminar
  2. Precioso amiga!!!TKM!!😘😘😘

    ResponderEliminar
  3. ¡Gracias por leerme! Me alegra compartir mis emociones y que les guste.

    ResponderEliminar
  4. Bellas palabras e imagenes, jacki...Y asi, bajo el topaje de una hoja de otoño...💗

    ResponderEliminar
  5. Muy lindas palabras Amiga.. Cariños a la distancia..💕

    ResponderEliminar
  6. Hermoso !!! Somos todas nuestras edades !!!! Otoño, estación que va calmando ..

    ResponderEliminar
  7. Mmm querida amiga Jackie... ése escrito da para unas hermosas charlas... frente a frente... ojalá se dé...un beso.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Cerrar, dejar ir, abrir y agradecer

Primer aniversario de "La valija azul"

Viaje al interior 2