Diario de viaje | Regresar

 Regresar

Doce horas de viaje te separan, doce horas te acercan… Y ¡vaya coincidencia! La misma cantidad de horas para ir a San Juan en auto que a Madrid en avión.

Recuerdo las despedidas con mi mami, mi hermana y sobrinos en la terminal y aún tengo vivo el instante en que la puerta del ómnibus se cerraba y empezaba a moverse.

Desde ahora serán un recuerdo mis despedidas de Guille en el aeropuerto…. Y les puedo asegurar que son igual de intensas… Recuerdo a mami bajando la vista para no mostrar sus lágrimas y cuando ya no la veía recuerdo que lloraba y pensaba, alguna vez no estará ahí para despedirme. Y un día fue así.

En Casa de Campo (Madrid, 13 de junio de 2021)

Me cuesta separarme de los afectos. Siempre ha sido así. Aunque lo disimule. Me cuesta ese abrazo donde nos decimos “cuídate” porque advierto que en realidad quieren decirme “quédate" "¿por qué no podes quedarte?" Son esas emociones que no se escriben. Esas que no se confiesan porque se quiere ser más fuerte que el llanto que se presiente.

Admito que casi soy una nómada después de partir de mi tierra natal. Ahí se deja todo. Ahí queda la historia de tu origen y en alguna forma, ahí se regresa para reencontrarse con la identidad. Cundo has dejado ese “ahí”, uno se vuelve nómada. Desde que me vine a BA y más aún con la partida de mi madre, cualquier lugar del mundo es más o menos indistinto para vivir. Te has arrancado de los afectos que te vieron crecer…

Siempre supe que mi primer hijo se llamaría Guillermo o Guillermina. Para mí ese nombre no era negociable. No sé por qué. Siempre sentí una cierta tensión indescriptible con mi abuelo… algo que debía cerrar y que sentí lo hacia el día que llegué a su tumba en Italia.

Compartiendo un domingo (Aranjuez, 6 de junio de 2021)

Ocho años después mi Guillermo, mi pequeño Guille regresaba a Europa como volviendo abrir ese círculo que deja en una línea recta los afectos, como sucedió con mi mono Guillermo cuando regresó a su provincia natal de Reggio Emilia para terminar allí sus días quedando en Buenos Aires mi nona Rosario. Sí, y en esa línea recta, en ese hilo sutil y fuerte, transita el amor. Ese amor que extraña el calor del abrazo y el cuerpo pero que aprende a seguir creciendo en la palabra que narra vida, en el aceptar proyectos vitales y subirse a esos sueños de quienes te aman transitando casi como una nube para tomar la mano y seguir amando.

jackie

In itinere, 13 de junio de 2021

En algún momento compartiré por acá mi viaje buscando a mi abuelo Guillermo en el 2013. 

PD Vi la película “Hasta pronto Christopher Robin"

Tierna y desconcertante a la vez. Desconocía la historia. Y obviamente me llevó a los años en que mis hijos eran chicos y Winnie de Phoo era parte de sus vidas.

Pueden ver algunos de los siguientes sitios (difusión) si les interesa la perspectiva pedagógica de Loris Malagguzi (a quien conocí una madrugada en Venecia buscando entre mapas y páginas Web cómo llegar al pueblo de mi abuelo Guillermo).

Filosofía de Reggio Emilia: https://www.youtube.com/watch?v=t26nzKl4uB8 

Pedagogía Reggio Emilia: https://www.unir.net/educacion/revista/pedagogia-reggio-emilia/

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Cerrar, dejar ir, abrir y agradecer

Primer aniversario de "La valija azul"

Viaje al interior 2