702 | Quédate con ella

Quédate con ella

¿Qué les pasa cuando van caminando en la calle y de repente, sin pedirlo, ingresan en la historia de otras personas que no conocen? ¿Qué sienten? ¿Qué hacen?

Por eso, del mismo modo que tengo tan agudizado mi olfato que capta los olores nauseabundos de ciudades tumultuosas, tengo desarrollada mi observación…  

En plena pandemia, recordaba esa rutina casi odiada del viaje en subterráneo, de muchedumbres apretujadas deseando regresar a su casa…. Solía subir en el inicio del recorrido y si tenía suerte, podía sentarme. Me fascinaba cerrar los ojos y simplemente escuchar… llegaba todo tipo de murmullos, conversaciones apasionadas, gritos de enojo, palabras desesperadas y llantos… Historias de desconocidos narradas en celulares a un público anónimo y exhausto.

"Ella" (Buenos Aires, 2016)

Hoy observé una escena, en el barullo de la Avenida Cabildo, entre el tumulto, el joven escondido intentando comunicarse, la madre gritando a su hija adolescente, la florista agotada, el empleado bajando la cortina del comercio, el hombre tirado en el piso pidiendo mientras otros buscaban en el contenedor de residuos… Y todos, a paso ligero, en diferentes direcciones, con sus auriculares y mundos a cuestas…

Y ahí, esperando el cambio de semáforo que de repente se tornaba eterno, estaba esa pareja. Y yo a su lado, observando y escuchando como una invitada fisgona. Eran jóvenes. Ella lloraba y le gritaba, él le pedía calma. Nombres, momentos, reclamos, recuerdos… Al llegar a mi departamento, con esos retazos de vidas ajenas, imaginé una historia, que se volvió poesía.

Quédate con ella

Quédate con ella,

que es clara,

que es calma,

 soy 

fuego y tormenta

con boca de menta.

Quédate con ella,

que es dulce,

que es tierna,

soy solo doncella 

que en la noche oscura

sin luna ni estrellas

abraza tus huellas.

Quédate con ella,

que es libre,

que es bella,

soy la jaula tosca

de instantes heridos

y días fallidos.

Quédate con ella,

previsible, puntual,

¡tan correcta y perfecta!

Soy un torbellino

que dibuja hastíos. 

Quédate con ella,

que es suave

y atenta,

soy selva salvaje

y desierto baldío.

Quédate con ella,

porque tu mirada

que antes era mía

se amarró a su cuerpo

todo el santo día.

El amor caído

olvidó los lirios

 abrazó al invierno

que parece eterno

en su desvarío.

Quédate con ella,

yo acurruco días

de amor y alegrías 

cuando tus fantasías

danzaban descalzas 

junto a mi bahía.

Quédate con ella

ya me voy vagando

      en mi cometa nuevo.

Huelo a primavera,

 a cerezas frescas

y aventuras plenas.

Quédate con ella,

me quedo en mi estrella

no quiero más sombras

ni caricias rotas.

Libero mi esencia

y nunca más mendigo.

jackie

19 de febrero de 2022

¿Y vos? ¿Observás lo que pasa a tu alrededor? ¿Qué historias imaginás? Hasta el próximo post con un recuerdo musical.