Viaje al interior


Hay viajes que se planifican largamente y otros que surgen inesperadamente, los hay con una ruta prevista y otros que fluyen inesperadamente, casi misteriosos. Hay viajes que transitan paisajes de cerros, lagos o ciudades y otros bordean el alma. Hoy escribiré sobre este tipo de viajes.

Partimos el 21 de abril, exactamente a un mes que el otoño había presentado sus credenciales.  En medio del viaje, cambiamos de ómnibus lo que hizo que llegáramos a la hosteria cerca de las 8:30 (justo para el desayuno) y no a las 5:30.




     











Nos recibió un cielo puro, el silencio y nos abrazó la naturaleza. La habitación con sus singulares paredes de piedra y muebles de madera, me recordaron algún antiguo cuento de hadas de mi infancia. Pero ahí no acababa el encanto. Tenía una gran puerta ventana desde donde se apreciaba la montaña, los alrededores con su verde bañado por el rocío, y a lo lejos, la urbanización del valle.






Los días comenzaban con una práctica de power yoga donde ingresábamos con bufanda y salíamos de mangas cortas, se seguían tardes con meditaciones al aire libre entre árboles o al sol, caminatas, baños de naturaleza y yin yoga. Tuvimos un tiempo para compartir sobre alimentación saludable, hacer mandalas, escribir y disfrutar de las charlas luego de cada comida.  Gaby y su colaboradora Yani, nos esperaban cada día para mimarnos con deliciosos sabores veganos y una sonrisa. 
Disfruté de cada momento, del silencio con sabor a hierba y de la charla amorosa donde aprendíamos de la palabra que salía del corazón para narrar experiencias profundas. Confieso que pasé dos días con un fuerte inusual dolor de cabeza hasta que en un momento desapareció y lo que ya disfrutaba se multiplicó, como los colores y aromas de campo que copaban todos los sentidos.

La penúltima tarde vivenciamos un masaje sonoro a cargo de Benjamin Casuccio. De esa experiencia, rescato un fragmento del texto que se leyó al final. "Cuanto más tiempo me quedo en la posición de víctima, más demoro mi despertar. Responsabilidad total, eso necesito en el camino espiritual para madurar y encontrar la paz... Para construir relaciones llenas de amor, armonía y respeto, debo... no reaccionar como títere emocional cada vez que me ofenden y devolver con amor y comprensión toda conducta ajena que considere errónea"

Como he mencionado otras veces, sigue maravillándome el cruce de caminos. Les puedo asegurar que éste fue muy significativo y maravilloso. Fuimos seis mujeres, con seis historias a las que se sumaron las de Gaby y Yani. Historias que estaban ahí, reunidas, para fortalecer aquello que buscábamos, para acompañar esas decisiones que llevan hacia nuevas rutas, o sencillamente, para sentir que el amparo amoroso de la amistad es posible y maravilloso. 


Inicialmente no estaba en mi agenda este viaje a Merlo, una amiga de yoga, María Laura, con un simple mensaje facilitó la decisión. Pero fui más allá de Merlo y su mágico paisaje... Fui hacia dentro y me busqué entre todas las máscaras, esas que se van construyendo para sortear los trajines cotidianos, las que usamos para suavizar heridas, tolerar el hastío o sobrevivir a esas experiencias que braman como tempestades...

Cuesta sondear hacia adentro, cruzar los precipicios y nuestra oscuridad. Da miedo atravesar el umbral donde se acalla el murmullo externo, ese que ensordece y adormece, para, suavemente, acariciar el deseo propio y reconectar con la identidad... Da miedo, sí, pero es una gran oportunidad.



Merlo fue un abrazo amoroso entre mujeres para bucear en el interior y descubrir cuánta alegría y energía vital estaba ahí esperando para florecer. Mi gratitud inmensa a cada una, a Agus Marocchi por organizar este retiro con tanto amor,  a Kari, Leo, Ángela y Loly por toda la luz que generosamente regalaron para que cada día sea un bello y bendecido presente.

¡Hasta el próximo viaje!




jackie

Buenos Aires, 21 de mayo de 2023

Les dejo este texto sobre el que reflexionamos en el círculo de cierre y que algunos recuperé con fotos del lugar y un pensamiento final que compartió de su baúl de emociones nuestra amiga Ángela "En el momento que te dispones a cambiar, el Universo comienza a ayudarte y te trae lo que necesitas  en el tiempo, espacio y orden perfectos. 

Pau Donés: 20 mandamientos para ser feliz.



Comentarios

  1. Bellas palabras Jakie!!! Bellas vivencias!!! Gracias por este relato que nace de tu ser tan profundo y amoroso. Te quiero muchísimo 💛

    ResponderEliminar
  2. Gracias querida Ángela por todo lo vivido y compartido! También te quiero mucho y agradezco esta hermosa amistad.🧡

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Cerrar, dejar ir, abrir y agradecer

Primer aniversario de "La valija azul"

Viaje al interior 2