La hora azul
La hora azul
De un encuentro furtivo
en el horizonte
una liviana silueta
brota.
Viandantes atónitos
asistimos
y dejamos ser
esa luz caprichosa
imposible de capturar.
En mi hora azul
irrumpiste,
con tus ojos de cielo,
con tus ojos de mar…
Polisemia,
brisa fresca,
perfume singular.
Fantasmas, delirios
silencios antiguos
pusiste a danzar
multiplicando preguntas
en un éxtasis sin igual.
Fugaz apareciste.
Fugaz te vas.
Silencio dentro del silencio
y aunque la vida
conecta con la vida,
en la hora azul
el sol y la luna
jamás se rozarán.
jackie R.
Ciudad de Buenos Aires, 14 de enero
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