jackieviajes

Cerrar, dejar ir, abrir y agradecer Ingenuamente, o en un delirante intento de control, hemos generado los calendarios, los relojes y las agendas como imperceptibles murallas para sostener el tiempo.  Pero en ese afán de cuadricular y parcelar, seguimos desamparados entre un ayer que no es y un mañana que aún no existe. Por eso mantenemos el rito, uniendo las manos, para abrir y cerrar agendas.  Por eso inventamos diciembre, el mes más reflexivo y cargado de promesas de todo un año. Y tal vez por eso, en secuencia o en desorden, me pregunto: ¿Qué dejar ir? ¿Qué cerrar? ¿Qué abrir? ¿Qué agradecer? Antes de cerrar, quiero dejar ir algún obstinado enojo instalado en un recodo de mi corazón… Los vínculos que atan, pesan y detienen el vuelo… Los objetivos demasiado ambiciosos que impiden el sonreír… Las historias y falsas expectativas que consumen energía vital y son inconducentes… Las decisiones procrastinadas… La dependencia emocional… Si puedo dejar ir tantos mandatos interiorizados, te

A la ronda, ronda de las palabras Empezó como un sueño,  como un delirio de grupo, como una idea loca,  un poco trasnochada,  sin planos ni planes,  un vestido deshilachado  y un zueco despegado...  Pero quería rodar,  en monopatín y sin frenos,  porque nacía de un deseo,  que crecía como un fuego... Y un día,  en un suspiro de alquimia,  la biblioteca sin nombre,  acarició su propio nombre.  Dicen que fue soñando y charlando,  como Perla y Chatito encontraron,  el nombre que había zurcido  voces, lecturas e instantes.  Estando una tarde sentada, envuelta en el brío de un zonda abrió su cuerpo travieso  y alumbró un insólito sueño. Un sueño de voces diversas despliega palabras gigantes y en cada niño que escucha si una chispita se enciende, la oronda valija azul azulada en mil mariposas se mece. jackie Ciudad de Buenos Aires, 29 de diciembre de 2023 Agradecida de formar parte de este hermoso grupo de la Valija azul (biblioteca hospitalaria de la Promoción 81 de Jáchal) que un día eligi

Viaje al interior 2 Se aquieta el jolgorio,  se desvanece el cemento  y un fluir de azules y verdes pincelan el día y resguardan la noche. Silencio    Apaciguar la marcha y habitar la pausa. La persistencia de la memoria toma un recreo… Una orquesta de pájaros  acalla los labios… Lentitud Liberar el cuerpo desandar los miedos. Escuchar el latido que sostiene el tiempo… Encontrar el ritmo, respetar el propio y el compás ajeno… Abrir los ojos para mirar adentro. Respirar y celebrar la vida. Gratitud  Aquietar el acto que dispara fuegos… Liberar las alas y desear el vuelo. Tejer con palabras alrededor del fuego y con manos de amigas sostener el verbo. Amorosidad Volverse liviana, desperezar sueños, aceptar el cuerpo, transitar los duelos, cerrar los ciclos, expulsar las piedras  y los mil fantasmas. Alegría Imperceptible, acompasa la alegría y en un tobogán, suave, se descuelga la calma. Una sinfonía de hojas  mecidas por el viento repite el mismo verso ¡Gracias! ¡Gracias! Gracias! Paz in