jackieviajes

Gracias por acompañarme durante el 2021. Llegamos al día 652 de esta pandemia que nos sorprendió cambiando nuestros hábitos y dejando tantos vacíos. Pero seguimos, una vez más, celebremos la vida, en cada uno de sus rostros, el hermoso y el doloroso. Infinitamente agradecida de caminar acompañada y con esperanza. Esta poesía es para vos.  Debajo la dejo en forma de audio con un tema tema musical que te dedico. Cerrar y abrir Cierro la puerta. Empieza una huelga, un tiempo de espera, que agradece en vela la vida danzada y el amor que vuela. Detrás de la puerta,  agendas completas, horarios cumplidos, dolores punzantes y alegrías plenas. Cumplieron su ciclo, dejaron su huella aprendí con ellos, y entre mis recuerdos ¡ya los llevo dentro! Cierro la puerta, y abro un surquito. Rápido llegan los sueños de siempre y los pegajosos miedos. Mi surquito nuevo, apenas me atrevo a decir tu nombre, a mirar de cerca tus promesas nuevas. ¡No sé que decirte! ¡No sé qué pedirte! Apenas susurrarte que l

Día 649 | Diciembre Camino rápidamente, unos metros antes de llegar a la esquina, el semáforo me indica que restan 3 segundos para cambiar a rojo, ¿qué hago? ¿correr o detenerme y esperar? Es un instante. Es un pequeño y habitual gesto. Es una bellísima metáfora para reflexionar. En la última quincena de noviembre y la primera semana de diciembre, Buenos Aires se vuelve un deleite visual para caminar entre pitas y jacarandás en flor. Pero, paradojalmente, casi sin darnos cuenta, vivimos al ritmo de los fines, cruzando la avenida en esos 3 segundos, corriendo… ¿Dónde vamos? Ciudad de Buenos Aires (1 de mayo, 2021) Es en diciembre cuando tenemos ese “ insight ” de retrospectiva respecto de cómo vivimos el año ¿corrimos o supimos esperar? ¿Y qué significa este “esperar? Probablemente para cada cual tendrá una carga semántica y emocional diferente. Yo lo asocio al esperar existencial en el sentido de no perder la capacidad de darme cuenta de que la vida es fluir para no regresar jamás. Y p

¡Feliz Navidad! Hoy celebramos el origen de la esperanza, de nuestra fe y de un nuevo sentido para la vida humana. Aún sigue siendo portentoso el nacimiento de Jesús, en esa singular unión de lo finito y lo eterno como acto de amor. A más de 2000 años sigue, entre creyentes y no creyentes, despertando reflexiones, gestos y actos.  Las iglesias cristianas intentan sostener los ritos y símbolos que nos permiten renovar el sentido religioso y profundo del nacimiento. A veces perdemos la dimensión sobrehumana en la que nos instala. El hombre adquiere un horizonte impensable para el mundo cíclico de la antigüedad. Dios se hace hombre ¿hay algo más paradojal para nuestra razón que la unión de esas dos naturalezas? La fe es la respuesta que, más lejos o cerca de la razón, instala en un ámbito de trascendencia que se asienta en la esperanza. Y la muerte adquiere el carácter de paso y no de final. Pero la Navidad ha trascendido la religión. A lo largo de la historia fue sufriendo diferentes int