¡Lo lograste!
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Un día imaginé que a un empleador mientras leía el CV de la persona postulante, las palabras se transformaban. Vestidas sin etiqueta, se desilizaban desordenadas e inquietas hasta teñir de mil colores la hoja que era blanca. Algunas, más atrevidas, subían hasta su oreja y le susurraban la historia de alguien como vos. Si ese CV fuera el tuyo, mi querido Pablo, le contarían, deshilvanando, un poquito de tus días antes de llegar a esa oración que dice: Médico egresado de la Universidad Nacional de Buenos Aires. No puedo evitar recorrer en mi recuerdo ese itinerario que iniciaste en mitad de 5° cuando estabas entre Inginiería y Medicina. Elegiste la primera pero a los 2 años decidiste ir a Medicina con una certeza que no se te podía refutar ni con los no sé cuántos test vocacionales que sugerían que no era para vos esa carrera. La UBA, para variar, no tomó tu solicitud a tiempo, no sé qué papeles faltaban... Y terminaste haciendo un año de Biotecnología. Te gustó, pero era sólo pasaje