Entradas

Mostrando entradas de junio, 2020

Día 98 | Desde adentro

Imagen
Pandemia 2020: un testimonio  Estas palabras están inspiradas en diálogos mantenidos con mi amiga María Cristina quien desde los inicios de la cuarentena sintió vibrar en su corazón el dolor del prójimo.  En ese intercambio compartimos sensaciones y vivencias del encierro obligatorio en que nos dejó este virus tan potente como imprevisible. Desde el inicio sintió el estado de indefensión de los ancianos. El encierro, la soledad, el temor al contagio, la experiencia más profunda de la fragilidad existencial. Esos diálogos fueron hermosos instantes de reflexión donde cada camino conducía a una misma conclusión: agradecer la vida tal como se nos da hoy y el cruce de caminos que posibilitó nuestro encuentro y amistad. Ella dibuja y pinta lo que anida en su alma, ella y esas imágenes movieron mi alma y escribí estas palabras. ¡Gracias! Desde adentro Estás ahí, de espalda, sospecho tu mirada lejos, tan lejos, que no puedo tocarla. Tu fiel visita traviesa se

Día 92 | Para Ema

Imagen
Día 92 | Para Ema El 21 cumplió 1 año Ema, la hija de mi gran amiga María Luisa. Ellas tienen un vínculo maravilloso que me inspiró esta nana (o algo cercano a una nana). Ema es una beba con personalidad, tiene algo, una identidad que impacta, no pasa desapercibida… seguro que en otro momento escribiré algo sobre esto… por ahora, mi pequeño homenaje para ellas. Mi querida niña de mi corazón, eres en mi vida un pequeño sol. Mi querida niña de mi corazón, con tu risa linda a este mundo loco, lo volviste flor.                                                                                      Mi querida niña de mi corazón, tu mirada tierna limpia mi razón. Mi querida niña de mi corazón, dame tu manito llena de ilusión. Mi querida niña de mi corazón, hamaquemos sueños liberemos juegos que la luna llena las acacias lleva, para que te duermas para que no temas en los brazos tibios de esta madre nueva. jackie Bu

Día 85 | Lo sublime

Imagen
Día 85 | Lo sublime Gigante dormido, de temibles bocanadas donde quedan atrapadas las almas desesperadas… Atravesamos nubes Parque Nacional El Teide [Tenerife, Is. Canarias] cerros, bosques, y rojos desiertos para llegar a tu cumbre. Ahí esperas agazapado seduciendo la mirada y dejando sin aliento al viajero extasiado. Tormentas de viento rompen el silencio, trayendo gemidos de dioses ancestrales en tu seno escondidos. Cae la tarde te has escabullido, misterioso coloso tan temido, tan temido. Buenos Aires, miércoles 17 de junio

Día 81 | San Juan, tierra querida

Imagen
Día 81 | San Juan, tierra querida Hay un río atrevido que trae en su cauce memorias del hielo, y en su canto también nos promete regalarnos secretos del cielo. Hay un cielo que canta canciones al compás de un zonda bravío, mientras tiñe de azul a los cerros y transforma el invierno en estío. Hay un sol que despierta viñedos para orgullo y la gala de un pueblo. Ese sol que enciende los ocres de un otoño que cruje en la brisa Un otoño que trae nostalgia y sabores de días de antaño, un antaño que trae a Sarmiento con maestras y escuelas primarias. ¡Ay San Juan mi tierra querida! que conoces dolores y llantos cuando vibras muy dentro, muy dentro y te tiñes de miedo y tormento. ¡Ay San Juan mi tierra querida! en tus calles yo nombro a tu gente que tejió con sus manos tu  historia, y recuerda en tonadas que canta. ¡Ay San Juan mi tierra querida! que sellaste en mis labios tu acento en tu día te ofrezco mi afecto porque

Día 80 | Al abrigo del pan caliente

Imagen
Día 80 | Al abrigo del pan caliente   Hoy se cumplen 4 meses que no volveré a abrazar a mi mami. Entre los miles de recuerdos, elijo uno para homenajearla.    Era habitual que todos nos levantáramos temprano. Pero siempre su jornada empezaba antes. Aún hoy me maravilla la capacidad de ese cuerpo delgado y diminuto para soportar el peso de las faenas domésticas… ¡eran tantas!       Tal como sucedía los lunes de cada semana, los recipientes medidores llenos de harina, el aroma de la grasa derretida, la sal y la jarra con el agua, anunciaban que una vez más mi madre ejecutaría ese rito hogareño que toda la familia disfrutaba.      C uando regresaba de la escuela para almorzar y volver a salir, la batea ya estaba estratégicamente instalada en el patio, acunando la masa que leudaba al compás del sol. Me gustaba ver esa “sorpresa” conocida de la masa creciendo al ritmo acelerado de un vientre en sus nueve lunas.      Veo a mami cargando el horno con leña que solía corta