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Un puente siempre tiene dos extremos que, transitándolo, de alguna forma se reúnen. En este post pensaré en “ Los puentes de Madison ” desde el extremo de Robert Kincaid. Pero ¿por qué digo extremo? ¿Quién es Robert? ¿Cómo vive este amor? A los 18 años, luego de la muerte de su padre, Robert ingresó a la Armada donde estuvo 4 años. Por esos misterios de la vida, fue asignado como ayudante de fotografía. Aprendió la parte técnica e inició su camino de búsqueda entre Rembrandt y los impresionistas. Y así se enamoró de la luz. Luego se trasladó a Nueva York donde trabajó en una agencia de modas y en Seatle fue director creativo de una agencia de publicidad. Después de la muerte de su madre compró su equipo y trabajó de forma independiente hasta que fue contratado por la National Geographic. A partir de ahí, ya no pudo detenerse. Y así, aunque estuvo un tiempo casado, se convirtió en el Robert Kincaid que conoció Francesca. Realizó un agotador viaje desde Washington. Su objetivo era fotogr

No dudo que cuando leíste el título pensaste en la película y te habrás preguntado por esta extraña manera de ¿parafrasear? Este post, es sobre esa película y sobre las sensaciones, interpretaciones posibles y reflexiones que genera. No quiero ser spoiler , pero refiero muchos datos sobre ella. Lo comento antes que inicies la lectura.  Los puentes de Madison ¡vaya coincidencia! se estrenó el 12 de octubre de 1995. Recuerdo haberla visto cerca del 2000. Y hace un par de meses, Luis, el profe de inglés, propuso verla como tarea. Además nos envió  algunos capítulos del libro  para leer a manera de introducción al visionado. [ " The bridge of Madison county ” es la novela de Robert James Walle r en la que basó su guion  Richard LaGravenes ]. Imaginaba que habiéndola visto al menos un par de veces, el peso emocional no se haría sentir. Pero no fue así. La lectura previa de la historia de los personajes, ese “escucharlos” desde su subjetividades, hizo que llegara al filme de una manera

  Candado Mi amiga María Cristina me envió una foto de su obra recién terminada cuando estaba de vacaciones. ¡Gracias y felicitaciones por tu trabajo amiga! Me gusta cuando una obra interpela nuestras interpretaciones. Me recuerda el esfuerzo del surrealismo por representar lo que late en el inconsciente.  A mí me movilizó muchas sensaciones que intenté reunir en este pequeño poema que comparto. Oxidado. Gastado. Seguramente olvidado. Pero ¿por quién? ¿Por qué? ¿Cuántos años duró su esplendor? ¿Qué puertas cerró? ¿Qué secretos custodió? ¿Cuántas lunas contempló? ¿Cuántos soles su cuerpo soportó? ¿Cuántas lluvias estacionaron en sus oquedades? ¿Qué sueños tiene un viejo candado? ¿Acaso liberarse de la antigua condena de ser aquél que clausura los vuelos? ¿O tal vez ser el guardián silencioso del atado de cartas prohibidas de un amor imposible y en riesgo? Hasta que un día, su cuerpo gastado crujió y tímidamente un brote de vida palpitó. Y en estridente bostezo el viejo candado sus sueño

  Hay verbos complicados, como coser y cantar... Los hay aún más difíciles como pensar, soñar, calcular... Pero hay otros... hay otros tan fáciles que no lo puedes creer!! Piensa en el verbo caer... En décimas de segundo,  se pierde la vertical.  En décimas de segundo, ganaste la horizontal!!! Todo por una baldosa que ha perdido su lugar...      O acaso algún intendente que se olvidó de cumplir con tantas cosas sencillas que haría por su ciudad... Pero hablemos de otras cosas, porque hay veda electoral.  Amigos, el tema es que ayer perdí la  vertical!!!  Y me caí!! En el día del maestro!!  Perdón Sarmiento, te pido, no era ése el homenaje que te pensaba brindar... 🤕 En décimas de segundo, sin darme tiempo a pensar, mi cara quedó estampada en una dura vereda,  adornada por el polvo y las flores de morera.  Varias manos generosas se tendieron hacia mí,  solícitas,  preocupadas... Les haré corta la historia: Me recompuse bastante, sólo tenía varios golpes, que quizá más tarde o nunca, me