Con mirada de hormiga

¡Cómo cambia el mundo si nos atrevemos a mover un poquito nuestra mirada! Al ras del suelo, simulando una poco perceptible hormiga todo parece volverse extraño y raro. Empezamos a entender la dimensión de poder que puede tener un objeto cotidiano o su lejanía para alcanzarla. Creo que a veces tenemos estas sensaciones cuando por ejemplo, experimentamos vergüenza ante alguien con asimetría de
poder o cuando estamos abatidos y sentimos que no alcanzaremos la meta que nos propusimos.

Muy lejos (septiembre 2016)

Esta foto la elegí porque, como señala Inés Dussel, hay aspectos de la infancia que permanecen y dialogan con los adelantos tecnológicos. En este caso, el juego del tejo o la rayuela, que aún puede encontrarse en el patio de algunas escuelas. Dado que está “pintada” en el piso, podemos pensarla como una “instrucción” o vigilancia implícita de los adultos pero sabemos que en muchos casos son los mismos niñ@s quienes la dibujan con tizas.  A su vez, no puedo dejar de pensar en esa díada clase-recreo, instalada y naturalizada, produciendo también infancias, al ritmo de un reloj que se anuncia con una campanada. 
¡Gané! (2015)


Ya te alcanzo (septiembre 2016)

¿Pica? (septiembre de 2016)


                    Difícil de llegar (septiembre de 2016)

Comentarios

Entradas populares de este blog

Cerrar, dejar ir, abrir y agradecer

Primer aniversario de "La valija azul"

Viaje al interior 2