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Mostrando entradas de 2020

Día 285 | Se nos rompieron los platos.

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Se nos rompieron los platos… Este año,  se nos rompieron los platos… Los tuyos, los míos, los nuestros… Los del mundo entero. Hubo un fuerte estruendo, que paralizó nuestro juego, nos quedamos sin anclas con miedo y con faltas. No sabíamos que era, el silencio inundaba las calles y se internó en nuestras almas. Se rompieron los platos… Y no sabíamos pegarlos… Lloramos, gritamos, nos deprimimos,  ¡y finalmente inventamos! Se rompieron los platos. Sus pedazos nos lastimaron. Nos dejaron astillas  algunas nos atravesaron el alma. Se rompieron los platos, lloramos,  ¡y cuánto extrañamos  tan sólo abrazarnos! Se nos rompieron los platos pero nos hemos reinventado, para seguir soñando sabores que alimentan el alma. Deseo que reinventes tu plato, que lo pintes con tu esencia, que liberes tus sueños, y transites un nuevo año en agradecida esperanza. Gracias por acompañarme en este inédito año, porque saber que estabas ahí, posando tu mirada en mis palabras, fue una tibia caricia para mi alma.

Día 285 | Gracias por nuestra manta de Navidad

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Y hoy terminamos la manta que empezamos unos días antes de Navidad. ¡Gracias por esos retazos amorosos que cada una tejió! Gracias Elisa por compartir las angustias de una madre por sus hijos lejos. Gracias Eugenia por sintetizar el camino transitado. Gracias María Cristina por contarnos que lograste un sueño postergado. Gracias Ana B . por tu historia de resiliencia. Gracias Ana María por tu primera experiencia justo en los inicios de la pandemia. Gracias Anto, por compartir tu experiencia de joven en eatos tiempos. G racias Analía, Silvina, Pamela, Natalia y Daniel (único varón en estas historias) por contarme el backstage de la Master de la que participé. Gracias Amalia por narrar lo que la pandemia te dejó interiormente. Gracias Beatriz, por compartir tu experiencia de vida y deseos para el 2021.  Gracias Lizzie por contarnos las peripecias de tu escuelita rural. Gracias María Guadalupe por mostrar las cicatrices que dejó en el alma la pandemia. Gracias Estela por poner e

Una manta para Navidad: Como decía papá, "Al mal tiempo, buena cara"

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Como decía papá, "Al mal tiempo, buena cara" Hoy les dejo la historia de Patricia, que trabaja en una clínica privada. Su tarea como enfermera es formar, vigilar, auditar Programas para prevenir infecciones y contagios entre el personal.  Como podrán imaginar el miedo que nos afectaba a todos en ellas era más fuerte, temía contagiar a su familia. La pandemia agudizó su vocación. Una alta dosis de energía la movió a leer, a estudiar e investigar.  Esa actitud favoreció para que lo planificado y realizado resultara muy bien. Pero a la vez “No medí el tiempo que dedicaba., salía a las 14:00 o 15:00 y si era necesario se quedaba hasta altas horas de la noche. Todos los días era algo distinto, se habilitaban áreas, nos quedábamos generando protocolos, estadísticas, etc.  Patricia se contagió y el virus le afectó parte de la memoria mientras cursaba la enfermedad  (de repente no recordaba cómo se pronunciaban o identificaban las palabras o partes del cuerpo). Sin embargo dejó enseñ

Una manta para Navidad: Dejar ir

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Con Naty trabajamos juntas todo el año tecnología mediante. Partici en Historias de mujeres con el texto Sentires. Pero cada día de la pandemia, nos acompañó publicando en sus estados una reflexión simepre esperanzadora. ¡Gracias Nati por escribir y compartir en mi blog!

UNa manta para Navidad: Ser mamá de tránsito

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A Nancy la conocí cuando mi sobrina adoptó a Santiago, quien llenó de luz nuestros días. Nancy era su mamá de tránsito, quien lo acunó y lo volvió a la vida del amor.   A partir de ese momento comenzamos a compartir la vida. Agradezco mucho su testimonio de ser madre de tránsito en tiempos de pandemia. ¡Gracias Nancy!

Una manta para Navidad: La historia de Ana

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Ana Boucher fue mi profe en mi último un curso capacitación. Transitar ese espacio con ella fue una experiencia gratificante porque además de aprender muchísimo, generó un espacio de calidez y confianza donde daban ganas de quedarse para compartir.  Es Licenciada en educación y trabaja en capacitación de Recursos Humanos. Les dejo uno de sus videos para que la conozcan.  https://www.youtube.com/watch?v=2DzkPk_8-Gc

Una manta para Navidad: Atesorar el tiempo.

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Estela fue mi compañera de secundario. La vida nos regaló la oportunidad de un reencontrarnos hace unos años. Una verdadera bendición mantenernos en contacto. Escribió en Historias de mujeres dos textos: Imaginando su cumpleaños y Camino de aprendiz. Sus hijos se contagiaron de Covid y ella amorosamente los cuidó hasta que se recuperaron.  Invito a leer sus reflexiones y ¡mil gracias por tu texto Estela!

Una manta para Navidad: Cumpliendo sueños.

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María Cristina es licenciada en Biología y trabaja en aula. Su pasión es la pintura. En este blog tenemos fotografías de su obra. Participó de Historias de mujeres con su texto “Una de cal, otra de arena” y compartimos un gratificante proyecto colaborativo  Esta narración la compartió mediante audios donde nos cuenta acerca de qué significó para ella este año.  

UNa manta para Navidad: La historia de Lizzie

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Comparto la historia de Lizzie, que es directora de la escuela rural, localizada a media hora de la villa cabecera de Rawson. Tiene 119 niños, 2 salas de nivel inicial, 6 grados de primaria y 8 profesores de especialidad. Es una escuela de jornada completa.  El trabajo a distancia  Tuvimos 2 grados sin maestras, me hice cargo yo. Nombraron suplente en agosto y octubre.  La virtualidad fue una gran desafío. No hay Internet en la zona. Nos manejamos con grupos de WhatsApp de los padres pero hay familias sin teléfono. Conocía los niños, por eso le podía pedir a otra mamá que vivía cerca que le preste el teléfono en un horario que le permita a la docente tomar la evaluación o la Guía. Teníamos una rutina. Los martes enviaban las Guías de especialidad, las revisaba, enviaba al docente de grado quien armaba una Guía de 6 páginas. Luego, la recibía  y una vez controlada, la enviaba a la Supervisora. Cuando volvía una Guía era por temas formales no conceptuales.  Yo sólo tengo una Notebook de

Una manta para Navidad: Aprendizajes

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María Guadalupe es una de esas personas que irradian luz, que contagia energía positiva y tiene un gran corazón. Fue una de las primeras en colaborar con Historias de mujeres con su texto " Carta a un enfermo desconocido ". Este año, además de contagiarse de Covid, vivió experiencias difíciles. Nos comparte su experiencia.

Una manta para Navidad: Vivencias

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Anto tiene 19 años. Está en su primer año de estudios superiores.Como varias jóvenes, debió renunciar a su vida social para cuidar a su familia. ¡Gracias Anto por compartir tu experiencia!   Vivenncias Este año 2020 representó un año difícil, con fuertes pérdidas, descubrimientos, cambios. Meditación propia y realmente tener el tiempo para conocerse bien uno por dentro, las adversidades que se presentaron este año, hicieron descubrir nuevas fortalezas que tenía uno guardado, que antes no conocía.   Realicé en este año un cambio importante en mi persona, gracias al pasar tiempo conmigo misma y los míos. Anto  Jáchal, S an Juan, 21 de diciembre de 2020

Una manta para Navidad: La historia de una Norma Ana

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  Charlé por teléfono con Norma Ana, directora de la Escuela Manuel Belgrano (San Juan Capital) donde asisten 376 estudiantes de diferentes departamentos aledaños.  La institución fue fundada en 1907, fue escuela de señoritas y tuvo diferentes sedes (incluida el ex Ministerio de educación) pero hace 40 años que está funcionando en el Barrio San Martín.  ¿Cómo fue la “ normalidad ” en este año anormal? En especial pensando que era el año de Belgrano y seguramente tenían una agenda importante de actividades.   Fue muy singular. Al ser el año de Belgrano, y nuestra escuela llevar su nombre teníamos proyectado muchas actividades que no se pudieron concretar.  Norma Ana (izquierda) y Vice directora Graciela Lo más triste fue la” Promesa de Lealtad a nuestra enseña Patria”. Se hizo virtual, con un video hecho por las maestras. El Equipo de conducción y algunas de las docentes voluntarias, ornamentamos la escuela con carteleras, banderas, globos y se trató de revalorizar a nuestro prócer. To

Una manta de Navidad: Fin del 2020. Sensaciones.

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Amalia hace fotografía, artesanías, deportes y mil actividades más. Además tiene un lindo corazón para escuchar el dolor ajeno. Nos ha contado historias en este blog “ Aroma a mamá ” y “ Tiempos raros los de la cuarentena ”. Les comparto su nuevo aporte. ¡Gracias por compartir tu experiencia Amalia! Fin del 2020:  Sensaciones     Posiblemente cada año viene cargado de las emociones propias de lo que nos toca vivir en cada momento, en cada etapa de la vida. El 2020 se caracterizó por dejar una marca en nosotros, pero no solo en nuestra individualidad, esta vez fuimos atravesados a la vez como comunidad. Con la comunidad más próxima, pero también con nuestros hermanos en otras tierras, en otros mares. La mancomunidad se puso en evidencia y esto necesariamente mueve a la reflexión. Miles y cientos de letras se vuelcan para intentar explicar que nos pasa, qué nos estará pasando como humanidad. Podríamos dar muchas explicaciones desde la ciencia, la religión, la tecnología, la administració

Una manta para Navidad: Primeras experiencias.

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  Ana María es profe de Filosofía y tenía un gran sueño que este año decidió cumplir. Pero la vida es imprevisible y nos da algunas sorpresas . ¡Gracias Ana por sumar tu tejido a nuestra manta! Primeras experiencias Hay fechas que nunca se olvidan, un cumpleaños especial, recibirse... Y hay otras que a veces se confunden, se superponen... Pero creo que nos será muy difícil olvidar el 14 de marzo de 2020, cuando la OMS declara pandemia a la enfermedad producida por el COVID19 Y en mi caso, quizá sea todavía menos probable que la olvide, porque, ¿qué estaba haciendo ese día? Cruzando alegremente los Pirineos entre España y Francia, en mi 1° viaje (soñado) a Europa. Y a pesar de todo lo dificultoso que resultó volver a mi provincia, a mi casa, doy gracias a Dios por el viaje y por el aprendizaje en estos tiempos. Ana María  San Juan, 22 de diciembre de 2020

Una manta de Navidad: Encontrarse.

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Maria Eugenia trabaja en un banco, es mamá de 4 hijos y nos cuenta cómo vivió estos meses de pandemia. ¡ Gracias por compartir tu historia Euge! Encontrarse Este año de pandemia representa claustro, encierro, introspección. Obligatoriamente para encontrase, conocerse, dejar de distraernos con lo de afuera para poder evolucionar, creer en nosotros mismos. Reaccionar ante los deseos, los sentimientos más íntimos y dejar de estar dormidos y en automático.  A ceptando que el cambio es contante y que debemos adaptarnos a él pero siempre estando consciente que lo más importante somos nosotros y de esta manera atravesar lo que viene con las personas que caminan a nuestro lado en armonía. María Eugenia Neuquén, 18 de diciembre de 2020

Una manta para Navidad: La magia de los sábados

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La magia de los sábados  Ésta es la historia de las profesoras de Gimnasia Analía, Nati, Silvia, Pamela y Dani,  profesor y DJ. Analía, mi profe de acua gym, me invitó a participar de una clase por Zoom el primer sábado de mayo. Como la conocía y tenía afecto por ella, acepté, pensando más bien en ayudar. Pero la clase me gustó, y me fui anotando cada sábado. En junio me inscribí casi dándoles un voto de confianza a ellas que mantendrían el prefesionalismo y a mí misma, que sería medianamente disciplinada para asistir a otras las clases. Y así fue. Analía armó un grupo de Whatsapp, solo conocía unas pocas mujeres de la pileta. Sin embargo, cada sábado, algo empezaba a crecer. Cuando terminaba la clase, surgían muchos mensajes de agradecimiento y felicitaciones, y algo de nuestros mundos se empezó a “colar” en ese espacio. Eso y la música de la playlist de Dany, casi un bendito entre tantas mujeres, me fue enganchando… empecé a desear esa hora porque me desconectaba de lo que el virus e

Una manta para Navidad: La historia de Elisa

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Elisa fue la primera en enviar su historia. Cuando la leí, no dudé que estaba escrita desde las entrañas, en su testimonio podés imaginar sus emociones,  tal vez vos lectora te sientas como ella…  ¡Gracias Elisa por tu mensaje y por tu resiliencia!   Este 2020 es un año raro, afectado por la pandemia. Angustia, ansiedad, desesperación, alegrías a medias.   Me marcó mucho no poder abrazar a mis hijos, no estar en los cumpleaños  de mis nietos. Me emocionaba verlos  por  video llamadas, miles de veces con un nudo en la garganta, les decía  ¡te amo!¡te extraño! Duele no poder  compartir con los seres queridos, unas vacaciones, un cumpleaños, duele   no poder abrazar a tu gente. Pero a la vez esta pandemia nos sirvió para encontrarse a uno mismo y valorarnos como persona  para  darnos cuenta  quién  realmente es tu amigo/a, quiénes  están  realmente en  las buenas y en las malas, estando lejos  de tus  seres queridos. En esta circunstancia  aprendimos a valorar  la vida, que  es  muy impor

Una manta para Navidad

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Una manta para Navidad Y casi sin permiso, estamos terminando este año que transitamos sin tener saberes previos. Cada año, excepto el anterior, escribo un texto agradeciendo la vida compartida. En éste mi texto se construye con las historias de otras mujeres, cuyas voces traen a la palabra, su experiencia.  Con esos retazos que surgen de los textos recibidos, de hermosos diálogos por teléfono o de audios, me dispongo a tejer ésta, nuestra manta de Navidad.  Una manta que quiere visibilizar la resiliencia de las mujeres en tiempos tan difíciles e inéditos. Es una manta que quiere acunar sueños para el 2021, entibiar los dolores de este año tan complejo, dejar que sean las palabras las que recuperen lo vivido y nos den ese abrazo que no podemos darnos. Cada historia es mucho más que una narración, son emociones y vivencias de múltiples colores que nos interpelan, y se entrecruzan con lo que cada lectora o lector vivió.  Agradezco a cada una de las mujeres que colaboró con su retacito po

Día 278 | La última Navidad

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  Día 278 | La última Navidad ¿Qué recordás de tu última Navidad? Tal vez con quien la compartiste, lo que hiciste luego del brindis, el lugar donde la pasaste o el regalo con que te sorprendieron. Hoy te cuento cómo la viví.. Ese martes de diciembre, por la mañana, rendí el oral de inglés, estaba muy nerviosa, no paraba de hablar. Terminé, llegué a casa e inmediatamente tomé mi valija para ir al aeropuerto. La premura me impidió conseguir un vuelo directo, lo hice vía Mendoza. Llegué a las 15:00 y luego de una travesía con un calor asfixiante finalmente llegué.  Mi hermana me estaba esperando para viajar por la graduación de su hija. Mi madre estaba internada, aguardando ser operada de cadera. El día que la operaron y regresaron a la sala lo viví como una bendición, fue mi regalo navideño. Dios había escuchado mis oraciones.  La mañana de Navidad hacía mucho calor. Pero le pedí a mi primo José que se quedara un momento con mami. Fui a una librería que está en la misma cuadra de la clí

Día 277 | ¿Qué sabor tiene una cebolla?

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Día 277 | ¿Qué sabor tiene una cebolla? Como casi todos los miércoles, estaba en la verdulería del supermercado. Mientras elegía algunas cebollas, una señora mayor se acercó diciendo ¡Qué bueno! No es tan fácil encontrar estas cebollas. Y le respondí, sí, es verdad, suponiendo que se refería a las cebollas que sostenía entre mis manos.    Esas palabras y mi atención fueron suficientes para que relatara una pequeña historia: “ Vengo de un pueblo, cuando era niña, al finalizar el almuerzo, tomaba una cebolla como ésta para comerla de postre y con mis hermanos salíamos a pasar la siesta jugando ...” Nos miramos, me mostró la aún vendada herida en su pecho, agradeció la vida y desapareció entre la gente del lugar. Su cebolla era de color morado, las mías eran naranjas. Sin embargo, quedé impactada por ese encuentro.Nos habíamos trasladado al lugar donde se guarda la infancia.  ¿Qué sabor tiene una cebolla? Porque fuimos atravesadas por el recuerdo ante una simple cebolla. Guardamos fotogra

Día 260 | Te soñamos

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Hace unos días, un amigo me pidió que escribiera unas palabras para un amigo que estaba sufriendo. No había vivido semejante experiencia pero podía imaginar ese instante en que sueños importantes, en solo un instante se disuelven. Seguramente las palabras de esta pequeña poesía no le llevaron mucho consuelo. Pero sin dudas su experiencia nos interpela. Porque como tantas otras veces, damos por supuesto o naturalizamos, acontecimientos que son tan singulares, casi milagrosos, y que sin embargo, pudieron haber no sucedido. Les dejo la inquietud. Te soñamos Estabas ahí, en un pequeño espacio  escuchando el rumor,  de nuestras palabras de amor. Estabas ahí y te sentíamos latir, esperando el más deseado día  que entre nosotros estarías. Estabas ahí,  cuando lanzábamos al cielo, mil cometas con tu nombre para que cuenten al mundo la alegría de tenerte. Estabas ahí  y acariciábamos la panza, para sentir que crecías  y que tu corazón latía. Estabas ahí, esperando las nueve lunas para en un sop

Día 236 | Abriendo ventanas

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Día 236 | Abriendo ventanas Hace 7 meses en nuestro país y en el mundo entero, debimos meternos en la “cueva” para cuidar la vida.  Teníamos mucho miedo. Era un enemigo implacable que no podíamos controlar. Hubo ríos de información dando sugerencias de “buenas prácticas” para evitar el contagio. Y de repente, el mundo se silenció, y nos quedamos encerrados en el espacio doméstico. Yo decidí reunir todas las tapitas de las botellas descartables que usaba como una forma de patentizarme el paso del tiempo a la vez que marcaba en el calendario los días de cuarentena… y volví a escribir en mi blog. Y este blog, se volvió mi amigo. Encontré en la escritura una ventana al mundo exterior (porque quienes me leían se comunicaban) pero especialmente, al mundo interior. Fue mi manera de poner en palabras las emociones que me recorrían, en especial la tristeza por la partida de mami, justo casi un mes antes de iniciar la cuarentena.  Hoy, que legalmente empiezan a abrirse ventanas y paulatinamente

Día 238 | 9 meses: morir para parir

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Día 235 | 9 meses, morir para parir 9 meses esperamos un nacimiento humano… 9 meses hace que mami ha partido. Escribo, pero no puedo subir una foto de ella. La vida me tironea y se devora los días que pasan rápidos y cierran con el agotamiento de las 2 de la mañana.  Sigo pensando, qué significa el duelo o mejor dicho sigo atravesando el duelo.  Hace un tiempo que estoy rumeando dos palabras, parir y morir. ¡Extraño lenguaje!! Entre ellas riman. Y es que no puedo dejar de pensar que se ligan, aunque de un modo diferente a cómo venía pensándolas habitualmente.  Si pensamos (volviéndonos un poco esencialistas) que el ser humano es posibilidad y lo más radical o la más radical e inesquivable de sus posibilidades es la muerte, sin perder esa certeza, he querido pensar la muerte desde un lugar diferente. No como intención filosófica argumentativa sino como condición existencial. Tal vez como mi modo de encontrar un refugio a esta certeza que pasó de ser racional a ser visceral.  He vivido o

Día 232 | Guille

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  Día 232 | Guille Hace 28 años me convertía en madre por primera vez. En el mismo instante que supe de mi embarazo supe que serías Guille y que se iniciaba un amor que no se acabaría jamás. Fue un embarazo sin temores, con la ingenuidad de la juventud y la confianza absoluta que sería el mejor momento de mi vida y que todo estaría más que bien. Me había propuesto no detener ninguna de las actividades que venía haciendo ni usar los horribles vestidos futura mamá de la época. Y así fue. Rendí 9 materias embarazada de vos. La última fue Epistemología y el profesor tal vez me aprobó porque estaba infartado mirando mi panza y pensando que podría parir ahí.  Cercana a la fecha del nacimiento quedó lista tu habitación y tus primeras ropas. El parto y los primeros meses no fueron ideales para mi salud, más eso no impidió que tomara fotos, escribiera tu diario y cuando pude, a tus 8 días, te bautizaron. ¡Fuiste el bebé más dulce y tranquilo del universo! Sólo te costaba conciliar un poquito el

Día 230 | La mochila

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Día 231 | La mochila Aquel día había decidido que formatearía la memoria de la cámara de fotos. Llevaba años sin hacerlo. Limpiaba parcialmente pero no me atrevía a hacer el formateo… y aún no lo hice. Pero ese día la saqué de la mochila donde estaba guardaba.  Y quedó ahí, fuera del placard, en el medio de mi habitación. Cuando fui a dormir, bastante tarde, tal como ha venido sucediendo durante toda la cuarentena, parecía estar esperándome. Sentí angustia. La última vez que la usé fue en diciembre. Por un instante, sentí que volvía a caminar, arrastándola, por los pasillos del sanatorio donde operaron a mami. Me vi con mi pantalón blanco, consultando a los médicos,  rezando, suplicando que todo salga bien, … Y rompí a llorar… era impotencia, dolor, darme cuenta de que aún no he superado esa etapa donde sólo se recuerda el final… que aún no puedo recordarla viva, radiante, amorosa como siempre lo fue… Cesado el llanto… mi valija me llevó hacia otros recorridos… recuerdo que la compré e